
El perro de montaña de los Pirineos es un perro pastor bastante grande y alto que ha desempeñado un papel vital en la protección del ganado que pasta por los Pirineos durante cientos de años. No debemos confundirlo con el Mastín del Pirineo, que es otra raza de mastín.
Originario de Francia también se le conoce como “Grande de los Pirineos”. Esta raza de perro es famosa por su actitud amable y son particularmente buenos con los niños y las mascotas más pequeñas, lo que implica que son una excelente opción como mascotas familiares, lo que no quita que estemos ante una raza que también destaca por sus cualidades como perro guardián.
Aunque es ideal como perro familiar, cualquiera que se plantee adoptar un perro de montaña de los Pirineos como mascota debe tener suficiente tiempo para dedicarle, ya que sin ser un perro de alta energía necesita ejercicio a diario. Los perros de montaña de los Pirineos son mascotas muy afectuosas a las que encanta el contacto físico con su familia, adorando el estar acostado al lado de sus amos. Sin embargo, no son la mejor opción para los dueños de perros por primera vez porque los perros de montaña de los Pirineos deben ser manejados y entrenados por personas familiarizadas con las necesidades de una raza tan grande.
Estos perros se adaptan mejor a la vida en el campo o bien en casas con jardines grandes y ultra seguros donde las cercas son lo suficientemente altas como para evitar que un perro de su tamaño pueda escaparse. Aunque no llegan a tener las habilidades de escape de los husky siberianos también son unos artistas del escape. No son la mejor opción para los dueños de perros por primera vez porque los perros de montaña de los Pirineos deben ser manejados y entrenados por personas familiarizadas con las necesidades de una raza tan grande.
Características del perro de montaña del Pirineo
- Peso: entre 35 y 55 kilos
- Altura: entre 65 y 85 cm.
- Esperanza de vida: Alrededor de 10-12 años.
- Tamaño: grande
- Color: blanco, o blanco con marcas de color gris, canela o marrón.
- Cuerpo bien proporcionado con pecho ancho y cuartos traseros poderosos y fuertes
- Puede ser difícil de entrenar debido a su capacidad para pensar por su cuenta
- Es un perro guardián maravilloso para la familia, pero necesita la socialización para evitar ser tímido o agresivo.
- Es cariñoso y amable con los niños
- Los pastores del Pirineo se desenvuelven mejor en climas más bien fríos.
Temperamento y carácter del perro de montaña de los Pirineos
El perro pastor de los pirineos son perros grandes con un temperamento apacible, aunque presentan un aspecto impresionante e imponentes. Como hemos comentado anteriormente son muy amigables con los niños, y esta es una de las razones que les ha llevado a ser una de las razas más populares como mascotas familiares. Como la mayoría de razas de perros grandes, los perros de montaña del Pirineo maduran lentamente y no alcanzan la plena madurez hasta los 3 o 4 años de edad, lo que debe tenerse en cuenta al entrenarlos.

Su carácter es extremadamente leales por naturaleza y crean fuertes vínculos con sus familia. Aunque generalmente son perros extrovertidos y confiados, también son bastante independientes, lo que hace que no sean fáciles de entrenar y poco adecuados para propietarios inexpertos.
A pesar de que han sido criados como perro de trabajo no son una raza de alta energía, y generalmente son reservados y dóciles. Sin embargo, su instinto de protección hacia su familia o rebaño es muy fuerte. Un perro de montaña de los Pirineos siempre se pondrá entre sus dueños y cualquier percepción de amenaza independientemente de su tipo.
Para poder lograr un pastor de los Pirineos equilibrado debe socializado desde una edad temprana, introduciéndole desde cachorro a nuevas situaciones y entornos (ruidos, personas, otros animales y mascotas, etc). Con el debido entrenamiento se convertirán en perros obedientes, pero se deberá dedicar tiempo y paciencia a su entrenamiento ya que al mostrar un carácter independiente pueden ser bastante obstinados.
Responden bien al refuerzo positivo, pero cualquier corrección severa o métodos de entrenamiento con mano dura no logrará los resultados deseados e incluso puede tener efectos negativos haciendo que el perro se niegue a obedecer y se convierta en una mascota difícil de manejar. Aunque no tienen miedo ante el peligro, son perros sensibles, y pueden volverse malhumorados y retraídos si son criticados con demasiada dureza o frecuencia. Para ser felices necesitan conocer cúal es su lugar en la familia y saber a quién acudir en busca de orientación.
Un perro de los Pirineos ladra con frecuencia, por lo que se le debe educar también es este sentido desde cachorro si no queremos sufrir oyendo sus constantes ladridos.
Los perros de montaña de los Pirineos son conocidos por ser excelentes artistas de escape, por lo que como se mencionó anteriormente, si lo tenemos en un jardín, este debe tener una cerca lo suficientemente alta y segura, ya que son capaces de saltar verjas de más 1,80m con una facilidad asombrosa.
Salud del perro de montaña de los Pirineo
No todos los pastores del Pirineo tendrán alguna o todas estas enfermedades, pero si que son las que normalmente son más propensos a padecer (al igual que la mayoría de las razas de mastines) , por lo que es importante tener conciencia de ellas si tienes un perro de esta raza o bien lo estás considerando como una opción para tu nueva mascota.
Enfermedades óseas: los perros de razas grandes son propensos a padecer enfermedades relacionados con los huesos. Sus huesos crecen tan rápido que puede experimentar problemas y dolores óseos relacionados con el crecimiento. Un perro de esta raza no está completamente desarrollado hasta que tiene tres o cuatro años.
Otras enfermedades relacionadas con su esqueleto son: la displasia de cadera, la displasia de codo o la luxación patelar.
Al tener una caja torácica grande también es propenso a padecer la hinchazón gástrica.
El perro de montaña de los Pirineos también puede experimentar problemas oculares como las cataratas o el entropión.
A la hora de adquirir tu cachorro busca siempre un criador de confianza.

Historia del perro de montaña del Pirineo
El perro de montaña del Pirineo se remonta a la Edad de Bronce. Originarios de la cordillera Pirenaica siempre han sido muy apreciados no solo por sus habilidades protectoras, sino también como compañeros dignos de confianza. Se cree que la raza debe sus orígenes a los grandes perros de pelaje blanco de Asia Menor y que sus antepasados llegaron a las montañas de los Pirineos en algún momento alrededor del 3000 a. C. Sin embargo otros piensan que podría ser un descendiente directo del lobo mientras que otras vías lo situan como un descendiente de cruces entre lobo y mastín, así como el antiguo perro mossoloide.
Al principio, los Grandes del Pirineos eran perros de trabajado utilizados básicamente por los pastores para guardar el ganado en la cordillera pirenaica (más al sur del Pirineo el perro guardián del ganado por excelencia es el mastín español). Pero en 1675, podemos decir que entró con todos los honores en la cortes francesa ya que el rey Luis XIV los declaró “el perro real de Francia”, lo que originó que la nobleza francesa adquiriera ejemplares del perro de montaña del Pirineo para proteger sus propiedades. Esto llevó a la nobleza francesa a adquirir los Grandes Pirineos y usarlos para proteger propiedades.
Muy pronto, la raza se importó en Norteamérica donde se cruzó con la raza Newfoundland y se originó la nueva raza Landseer Newfoundlands. También es conocido su uso por partes de pescadores vascos a los acompañaba a sus viajes a Terranova para ejercer de compañero y guardián.
El Perro de montaña de los Pirineos ha tenido una influencia en el desarrollo de muchas otras razas, por ejemplo fue utilizado en el programa de reproducción de los famosos San Bernardo.
Aunque a principio del siglo XX la raza peligrosamente en el olvido, después de la Segunda Guerra Mundial consiguió recuperarse. Hoy en día, estos perros todavía se usan en el Pirineo (mayoritariamente en Francia) para proteger los rebaños ganado de los depredadores, y también son una opción popular como mascotas familiares.
Entrenamiento del pastor del Pirineo
Igual que en la mayoría de las razas, el entrenamiento del pastor de los Pirineos debe introducirse desde una edad temprana cuando será más fácil que aprenda los principios básicos de obediencia. Sin embargo, la terquedad es una característica de la raza, y la mayoría de los ejemplares tienen sus propias opiniones acerca de cómo deben comportarse. A pesar de ello nunca se debe crear una atmósfera de confrontación entre el propietario y la mascota, la capacitación debe abordarse de manera positiva y paciente, entendiendo que el progreso puede ser lento, pero que la persistencia se verá recompensada a largo plazo.
La socialización es particularmente importante, ya que el comportamiento defensivo del perro de montaña de los Pirineos hacia extraños puede convertirse en un problema preocupante en aquellos ejemplares de voluntad más fuerte, particularmente los machos.